lunes, 26 de noviembre de 2012

La toxicidad


El grabado es un mundo amplísimo con un sin fin de posibilidades que nos llevan a expresarnos artísticamente y a producir obras cuyo mayor atractivo entre otros, es su fácil repetición. Si bien, muchas de las técnicas del grabado, especialmente las técnicas indirectas en hueco, tienen la problemática de necesitar de unos productos y procesos extremadamente tóxicos, por lo que la ejecución de grabados con estas técnicas necesita de un proceso cuidadoso en el que tendremos que abastecernos de múltiples elementos protectores (guantes, mascarillas de polvo, mascarillas de vapores, etc.)

En este caso, desde mi punto de vista tampoco sería correcto hablar de un grabado "no tóxico" sino más bien de un grabado menos tóxico, que en ocasiones, limita un poco las posibilidades de este amplísimo mundo.

Las técnicas tradicionales han sido renovadas y ampliadas de tal manera en el siglo XX que la generación actual de grabadores cuenta con un potencial para la ejecución de estampas originales impensable por las generaciones predecesoras; esta situación de la estampa actual abre un nuevo debate ligado además a la práctica sostenible, con procedimientos y materiales más saludables y respetuosos con el medio ambiente.

Los gases que desprenden determinados productos, la escasa ventilación del taller, o la poca protección personal, son factores que no ayudan a evitar los posibles problemas de salud que pueden originar, además de la poca precaución generalmente tomada en el momento de eliminar dichos productos atendiendo a su grado de contaminación medioambiental.

Además de los mordientes, podemos enumerar todos los disolventes derivados de hidrocarburos o la incorrecta aplicación de resinas que provocan nubosidades tóxicas por inhalación, etc.

Esta situación nos ha llevado a pensar en un tipo de grabado que no suponga una gran toxicidad dentro de los talleres actuando en tres líneas básicas:

  • Eligiendo los procedimientos menos tóxicos.
  • Informándonos correctamente del grado de toxicidad de nuestros productos para poder actuar en consecuencia protegiéndonos correctamente.
  • Trabajando en lugares correctamente equipados y ventilados.

Hoy en día también existen una serie de técnicas de grabado denominadas grabado no tóxico (en mi opinión: menos tóxico) con las que podemos contar ya que estan notablemente desarrolladas y sobre las cuales se continua investigando de manera continuada a fin de lograr un equilibrio simultáneo entre los aspectos ambientales, sociales y económicos que procure un desarrollo de obras armónico y sostenible sin olvidar que en cualquier manifestación artística la técnica está al servicio de la expresión y de la creatividad.

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