Podemos decir que
Durero recibe en parte influencias de Mantenga y Giovanni Bellini, y de los
flamencos en los retratos, aunque su estilo y personalidad son fácilmente
reconocibles por la extraordinaria calidad de sus dibujos y por ser uno de los
más grandes grabadores de todos los tiempos; es notable su dominio de las
técnicas, la cuidada perspectiva, los expresivos efectos de luz y sombra, la
minuciosidad de los detalles, la fuerza e imaginación de sus grabados…
Durero
se inició al mundo del grabado tal vez a causa de sus necesidades económicas, y
a partir de ahí, la producción de grabados del artista acompaña toda su carrera
hasta el punto de situarlo en la cumbre absoluta de la historia de las estampas
antiguas. Como Rembrandt y Goya, Durero consideraba el grabado un arte autónomo,
no subordinado a la pintura, y para él desarrolló técnicas pioneras y temas.
Los grabados (realizados, no hay que olvidarlo, gracias a la presencia de
excelentes tipografías en Nuremberg) están en el origen de la notable difusión
del arte de Durero. Afortunadas series de estampas, como la Vida de María, la
Gran Pasión (sobre cobre), fueron estudiadas por pintores
de diversas naciones, e influyeron en el desarrollo del arte renacentista en
Europa.
En las estampas de Durero se vierte un universo de estudios y conocimientos; no obstante, investiga de manera preferente el cuerpo humano, con frecuentes desnudos masculinos y femeninos, iniciando de ese modo la investigación analítica sobre las proporciones anatómicas. Con todo esto, se puede decir que el primer gran éxito de Alberto Durero en el mundo del grabado fue “La marcha de los Ángeles exterminadores” una de las quince litografías de la edición ilustrada del “Apocalipsis de San Juan” (1948). Esta serie de escenas describen las visiones del fin del mundo y la promesa dela Jerusalén celestial
consignadas en el texto de San Juan. De estas quince obras, es posible que la
más famosa sea “Los cuatro jinetes del
Apocalipsis”, en la cual los cuatro jinetes que personifican la guerra, el
hambre, la peste y la muerte, no aparecen uno detrás de otro.
En las estampas de Durero se vierte un universo de estudios y conocimientos; no obstante, investiga de manera preferente el cuerpo humano, con frecuentes desnudos masculinos y femeninos, iniciando de ese modo la investigación analítica sobre las proporciones anatómicas. Con todo esto, se puede decir que el primer gran éxito de Alberto Durero en el mundo del grabado fue “La marcha de los Ángeles exterminadores” una de las quince litografías de la edición ilustrada del “Apocalipsis de San Juan” (1948). Esta serie de escenas describen las visiones del fin del mundo y la promesa de
Durante toda su
vida, Durero insiste en su investigación sobre el retrato, sobre todo
masculino, notablemente influenciados por las características de la pintura
flamenca, realizados en breves apuntes a pluma, minuciosos dibujos a punta de
plata sobre papel estucado, dibujos a carboncillo, entalladuras de gran formato
y óleos sobre tabla, confirmando y desarrollando sus dotes de impecable
precisión en la reproducción de los detalles y su profunda capacidad de lectura
de los aspectos más profundos de la psique; estas características hace de él
uno de los más grandes retratistas de la historia. Si con anterioridad el
retrato era un género relativamente poco practicado en Alemania, a partir de la
época de Durero se convierte en uno de los principales motivos del arte del
Norte de Europa. En general, respecto a la fase juvenil, los retratos
realizados por Durero en los años de la madurez, tienen de simplificarse,
perdiendo los pintorescos detalles del vestido de los años precedentes para
buscar una sobria intensidad.
Entre 1513 y 1514,
Alberto Durero, a la vez que realiza numerosos grabados de pequeño formato,
preferentemente de tema religioso, emprende la concepción y ejecución de los
que se han considerado como sus tres estampas maestras, y con las que,
indudablemente, culmina su carrera como grabador. Se
trata de tres planchas de un tamaño prácticamente similar, y cuyos títulos son
“El caballero, la muerte y el diablo”,
de 1513 (250*190mm.); “San Jerónimo en suestudio”, de 1514 (247*188mm) y “MelancolíaI” de 1514 (239*189mm).
Poner los comentarios de las obras que hemos puesto en la presentación de Sociales. PORFAVOR. GRACIAS!!!:) :)
ResponderEliminarfeos
ResponderEliminarshut up bitch
EliminarDeberian poner mas grabados del pintor no solo tres para que los lectores tengan despues de leer la reseña de su vida una mejor comprension del talento de este notable artista en todas las etapas de su vida pues no basta con explicarla en forma escrita es mas profunda la huella que deja las pinturas y grabados en la retina de la persona que los ve
ResponderEliminarYo tengo un grabado de el Caballero,la muerte y el diablo,es una plancha no se si es de cobre sobre madera,en la parte de atrás dice el nombre Alberto Durero en Alemán.
ResponderEliminarMuy bueno! 👍
ResponderEliminarHay una errata, La marcha de los Ángeles exterminadores no es una litografía sino calcografía
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