Las planchas de grabadas en hueco por medio de técnicas indirectas, se muerden habitualmente con alguno de los mordientes descritos en la entrada "Mordientes". Si bien existen varias formas de llevar a cabo este proceso.
La forma más habitual es sumergiendo la plancha pro completo en una cubeta que contenga la solución de ácido, aunque también puede morderse una plancha aplicando el ácido directameten con un algodón o con una pluma en zonas determinadas y controlándolo con saliva o con goma.
Respecto a las cubetas, es importante que sean del tamaño adecuado a las planchas para que puedan ser sumergidas por completo. Como alternativa, existe la posibilidad de crear un dique alrededor de la plancha con cera o plastilina dentro del cual verteremos el ácido, actuando el dique como cubeta improvisada. El material de la cubeta también es algo a tener en cuenta, ya que tendremos que estimar que las cubetas han de ser un material resistente al ácido. Por lo general las cubetas utilizadas en fotografía para contener los líquidos revelador y fijador así como el baño de paro, son bastante resistentes y duraderas. También se usan cubetas de diferentes plásticos, foma endurecida, procelana, vidrio Pyrex y esmalte. Para prolonga la vida de las cubetas es aconsejable no tener las soluciones ácidas en estas cubetas continuamente, sino solamente durante el periodo de trabajo.
En las planchas grabadas al aguafuerte la forma de atacar las planchas depende en gran medida del resultado perseguido por el grabador, es decir, si perseguimos trabajos con líneas mucho o poco profundas. Por lo general cuanto más tiempo tengamos la plancha en sumergida en el baño ácido, más profunda será la mordida pero no debemos fiarnos completamente de este indicador, ya que el proceso de ataque depende de otros factores como la dureza de la plancha, la temperatura del mordiente o la cantidad de planchas que se hayan mordido en el mismo baño, por lo que la inspección regular de la mordida es algo crucial durante el ataque de la plancha.
Las planchas grabadas a la aguatinta, exigen una mordida uniforme, suave y penetrante, dado que los tonos oscuros se consiguen con mayor rapidez que en la técnica del aguafuerte. Al igual que en el aguafuerte, la mordida del aguatinta dependerá de los mismos factores sumándose además la calidad de la resina y el grosor del grano. Los distintos tonos en el proceso del aguatinta dependen unicamente del tiempo que la plancha permanezca en el baño ácido, por lo que si queremos tonos más claros y más oscuros en una misma plancha, deberemos proteger los tonos claros que ya consideremos mordidos con un barniz de sellado.
La mordida oblicua es una técnica utilizada para morder planchas resinadas, es decir, para hacer un grabado a la aguatinta. Consiste en morder sobre la resina tonos degradados, es decir, sin bordes obvios, lo que no podemos conseguir con reservas, pues el barniz, siempre ocasiona una línea de separación entre un tono y otro. Ante esta situación nos encontramos con la técnica de la mordida oblicua la cual se lleva a cabo sumergiendo la plancha en una cubeta inclinada, de modo que el ácido solo cubra la plancha por la zona destinada al tono más oscuro; a medida que pasa el tiempo vamos disminuyendo la inclinación de la cubeta, con lo que el ácido irá ocupando toda la superficie de la plancha consiguiendo el tono más claro en la zona que menos tiempo ha estado sumergida. Es una técnica difícil de llevar a cabo con dibujos muy complejos, ya que supone barnizar y sellar tras cada intervención y descubrir la zona siguiente.
Otra técnica para disimular las líneas de encuentro de diferentes áreas tonales consiste en suavizar dicha línea con un rascador-bruñidor, de modo que el contraste entre ambos tonos no sea tan brusco. Si la mordida no es muy profunda no es necesario rascar sino solamente bruñir.
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