La estampa: un camino hacia la imaginación

La  imaginación es una de las características más fundamentales del hombre y del animal. A través de ella el hombre se enfrenta a los problemas que le surgen en su vida actuando de forma transformadora y constructora en el mundo real; ante un mismo problema, sea de la índole que sea, las diferentes respuestas que cada ser humano pueda ofrecer dependerán en gran parte de su imaginación.

En cambio, la imaginación es constantemente negada en cuanto a una operación básica de la conciencia, en especial a raíz de la aparición de la ciencia, la cual se basa en que la mente duplica lo real y lo refleja sin aumentar en la nada. En cambio la imaginación humana construye al ordenar el mundo, de forma que en el proceso de conocer el mundo, ella siempre estará implícita.

La imaginación humana, también es capaz de crear nexos fundamentales para nuevas experiencias, de modo que los individuos no solo tienen la capacidad de  producir y conservar sus propias experiencias sino que también pueden crear nuevos elementos a partir de las experiencias pasadas con nuevos planteamientos y nuevas normas. De esta forma la imaginación se convierte en un nexo de unión entre un hecho real, el cual es inevitable que tenga lugar, y la construcción de un universo significativo, con lo que queda claro que el acto del conocimiento y del aprendizaje, está dirigido y orientado esencialmente por la imaginación.

En esta unión entre los hechos reales y la construcción de un universo significativo a través de la imaginación es donde la estampa comienza a tener su importancia como colaboradora de este proceso. Los medios por los cuales configuramos una estampa están caracterizados por procesos de transformación, mutación, multiplicidad mediante la repetición, etc., con lo cual estimamos que posibilitan la capacidad creadora, dado que en una consecución de varios procesos hasta lograr un resultado, pueden surgir numerosas dudas, ocurrírsenos varias ideas diferentes, pasar por distintos estados de ánimo, etc. lo cual contribuye a generar nuevas respuestas producto de la intervención  de la imaginación en nuestro pensamiento: pensando imaginamos nuevas relaciones.